Sam Kuch, criado en Nelso, atribuye modestamente su extraordinaria propiocepción cuando está en el aire a su madre, quien fue una competitiva gimnasta deportiva y es cinturón negro de kárate, y puso a prueba en el trampolín y en el gimnasio tanto a Sam como a sus hermanos. Criado en las montañas Selkirk, se ganó la fama compitiendo durante cuatro años como miembro del equipo de freeride de Whitewater Ski Resort, y atribuye sus habilidades al buen corazón de sus padres y a la discreta comunidad de Nelson. Pasó por dos temporadas frustrantes en las que se accidentó y no pudo clasificarse para el Freeride World Tour, antes de que el último fin de semana de la temporada 2017-18 le llegara un oportuno mensaje que le pedía que hiciera de guía local para un equipo de filmación. La demostración que hizo Sam de las líneas que hicieron grande a Whitewater se convirtió en parte importante de la película que se rodó, y le valió el premio "Descubrimiento del año" en el International Freeski Film Festival. En una sola temporada, pasó de ser carpintero de tejados, también conocido como el mejor escalador del que nadie había oído hablar, a ser un icono que bajaba por donde fuera y que se hizo con un buen botín de premios. Con una modestia encantadora ante su súbita fama, Sam agradece que se le haya dado la oportunidad de recuperar un sueño que casi tenía perdido: ser escalador profesional, comprometido con disfrutar de los descensos, aprendiendo y enseñando todo lo que puede, sea en las montañas o trabajando junto a su padre como carpintero.

Logros

• 1º puesto en 2016 en el IFSA North American Junior Freeride Championship
• Premio "Discovery of the Year" en el IF3 2018
• Segmento ganador de premio en el Return To Sender 2019 de MSP, mejor actuación masculina, premios Powder
• Premio "Esquiador masculino del año" en el festival High Five de 2019
• "Mejor segmento masculino" en el IF3 2019