Raphael, al que a menudo llaman Raph, se encuentra en un nivel diferente al de la mayoría de los terrícolas. Analítico y activo, Raph es hijo de inmigrantes exitosos. Todos los miembros de su famlia tienen un doctorado, en su caso en física. Ya de niño, Raph se imaginaba escalando montañas con piolets y crampones, posiblemente porque sus padres compartían pasión por la escalada. Desde la primera vez que clavó un piolet en el hielo, quedó cautivado y a partir de ahí se ha convertido en uno de los escaladores de mixtos más prolíficos del planeta. Cuando Raph le pone el ojo a una escalada, su foco láser se activa y es prácticamente imparable, hábito que la mayor parte de las veces le favorece. Aunque las motivaciones de Raph son personales, en una ocasión ganó una medalla en los X-Games sin haberse entrenado. Como premio, con el dinero que ganó se compró sus dos primeros gatos Sphynx. Cuando no está escalando, enseñando o leyendo ciencia ficción, lo más probable que esté preparando deliciosa comida vegetariana con su esposa en su casa de Calgary.
Logros
- Continúa apasionado con la escalada 30 años después de su primera cumbre alpina en 1989
- Compagina su pasión por la escalada con otros tres papeles: esposo, padre de gatos y profesor universitario a tiempo completo
- Polivalente: escala desde vías deportivas de pared, hasta hielo, mixto y vías alpinas
- Tomó parte en el comienzo de la revolución de la escalada mixta de finales de los 90, con algunas de las primeras vías de M10 y M11 en Norteamérica hasta las primeras ascensiones alpinas invernales en las Rocosas canadienses
- Aprendió el juego de las expediciones y perseveró, tras varios viajes a Pakistán que tuvieron menos éxito del esperado, hasta lograr la primera ascensión del K6 oeste, 7040 metros, en 2013
- Ha sobrevivido 30 años de aventuras en montaña, a veces gracias a la suerte, de lo que no está orgulloso, pero otras gracias a no dejar que el deseo se impusiera a la sensatez, algo de lo sí puede estar orgulloso